Osteocondrosis de la columna torácica.

Un neurólogo examina a un paciente con osteocondrosis torácica.

La osteocondrosis torácica es una patología bastante peligrosa, que se explica por el difícil proceso de diagnóstico. Por lo tanto, a menudo es posible identificar la enfermedad solo en una etapa avanzada. Inicialmente, la osteocondrosis de la columna torácica se consideraba una enfermedad del anciano, pero recientemente existe una clara tendencia hacia un importante "rejuvenecimiento" de esta enfermedad, por lo que es importante conocer los principales síntomas y el tratamiento para mejorar la clínica. imagen de la enfermedad.

La complejidad del diagnóstico se debe al hecho de que las vértebras ubicadas en el área del tórax son las menos susceptibles al estrés y las lesiones. Sin embargo, la movilidad limitada no es garantía de seguridad, por lo que la aparición de patologías en este departamento también es muy común. Como muestran las estadísticas, esta enfermedad no está directamente relacionada con el proceso de envejecimiento y el género.

Osteocondrosis de la columna torácica.

Especificidad de la enfermedad

Esta enfermedad se caracteriza por procesos patológicos que conducen a cambios negativos en la estructura de los tejidos. Esto puede destruir el anillo de fibras del propio disco intervertebral y, como resultado, sobresalir el núcleo pulposo. Esta condición es peligrosa debido al riesgo de compresión de la médula espinal y una mayor obstrucción de la persona.

La progresión de la enfermedad en la infancia puede provocar un envejecimiento prematuro del sistema musculoesquelético antes de que finalmente se desarrolle. Por esta razón, es extremadamente importante diagnosticar la patología en las primeras etapas, cuando aún no se ha producido la destrucción de las vértebras y los tejidos adyacentes.

Síntomas clínicos

Esta enfermedad se manifiesta de manera muy diferente según la etapa. Por ello, destacaremos los síntomas generales de la osteocondrosis de la columna torácica:

  • Esfuerzos. Puede ocurrir no solo al realizar acciones, sino también al permanecer en posiciones estáticas durante mucho tiempo.
  • Rigidez de movimiento que impide que el cuerpo gire libremente.
  • Dificultad para respirar causada por sentir demasiada presión en el medio de la espalda.
  • Problemas con el funcionamiento del tracto gastrointestinal y otros órganos internos.

Muy a menudo, la enfermedad se manifiesta como sensaciones dolorosas en el lado izquierdo del pecho, que pueden interpretarse como una sintomatología de una enfermedad cardíaca. Esto complica el diagnóstico, pero el especialista evalúa la totalidad de todas las quejas del paciente, lo que permite interpretar correctamente todos los síntomas presentes.

Si sabe qué síntomas son la osteocondrosis de la columna torácica, puede obtener ayuda calificada de inmediato. Recomendamos prestar más atención a las señales que da su cuerpo.

El dolor es el síntoma principal de la osteocondrosis torácica.

A la hora de diagnosticarla es importante conocer cómo se manifiesta la osteocondrosis de la región torácica, ya que esta enfermedad es insidiosa y por tanto es fácil confundirla con otras enfermedades. Según el tipo de dolor, se pueden distinguir los principales tipos de osteocondrosis de la columna torácica. Una condición se caracteriza por un dolor persistente en el área dañada de la columna, y la segunda se caracteriza por la aparición de ataques agudos que literalmente detienen los movimientos de una persona y dificultan sus funciones respiratorias.

Causas de la enfermedad

Se pueden distinguir las siguientes causas de osteocondrosis de la columna torácica:

  • Procesos patológicos que afectan negativamente la estructura de los discos intervertebrales. En particular, existe una cierta predisposición genética a esta enfermedad.
  • Falta de actividad relacionada con el desempeño de sus funciones laborales y la especificidad de las actividades de ocio.
  • Escoliosis, que es la causa de un mayor estrés en ciertas partes de la columna.
  • Daño mecánico en el pecho.
  • Entrenamiento con pesas relacionado con el levantamiento de grandes cargas.
  • Situaciones estresantes habituales.
  • Hipotermia del cuerpo.
  • Falta de calcio.
  • Trastornos hormonales.

Clasificación de la enfermedad

La osteocondrosis intervertebral de la columna torácica se desarrolla en etapas, cada una de las cuales se caracteriza por sus propias manifestaciones negativas:

  • Primer grado. La etapa inicial de la osteocondrosis de la región del tórax se caracteriza por una condición en la que hay una pérdida de humedad a través del disco intervertebral. Disminuye la elasticidad, aparecen sensaciones dolorosas de baja intensidad, que desaparecen por completo cuando una persona adopta una postura cómoda.
  • Segundo grado. El disco sigue perdiendo humedad. Esto lo hace más pequeño, aparecen grietas, algunas de ellas bastante profundas. El corsé muscular intenta adaptarse y trata de mantener la estabilidad de la columna, lo que provoca calambres y dolores intensos en la espalda, el pecho y las extremidades.
  • Tercer grado. En esta etapa, el núcleo pulposo se abre paso hacia el exterior. En esencia, es una hernia intervertebral en la que el dolor persiste durante todo el día. Una persona se ve obligada a cambiar el tipo de actividad a una en la que el malestar no es tan intenso.
  • Cuarto grado. La osteocondrosis extensa de la columna torácica es peligrosa porque la reestructuración seria de todos los tejidos comienza en el sitio del daño. Existe un reemplazo natural del tejido del anillo fibroso por el hueso, lo que conduce a una fuerte rigidez de movimiento. También se observa la aparición de osteofitos y deformidades de la columna.

Período de exacerbación

Exacerbación de la osteocondrosis de la columna torácica.

La manifestación de osteocondrosis de la región del tórax en la etapa de exacerbación se caracteriza por la aparición de dolor paroxístico, que es extremadamente difícil de aliviar con medios improvisados. La automedicación en esta etapa es inaceptable, por lo que debe consultar urgentemente a un médico o llamar a la ayuda de emergencia para aliviar el dolor.

Solo un neurólogo puede interpretar correctamente sus síntomas y prescribir un examen y tratamiento de seguimiento adecuados. Durante una exacerbación, es extremadamente importante aliviar la condición del paciente.

Varios factores pueden hacer que la enfermedad empeore, incluidas situaciones estresantes, hipotermia y actividades asociadas con estrés intenso. En esta condición, se observa un deterioro significativo en el bienestar del paciente, la respiración puede resultar difícil y la movilidad restringida. En algunos casos, puede ser necesaria la hospitalización.

Métodos de diagnóstico básicos

Los signos de osteocondrosis de la columna torácica son la aparición de dolor de diversas localizaciones, rigidez de movimiento y dificultades para respirar. La complejidad del diagnóstico radica en el hecho de que una amplia variedad de enfermedades de diferentes tipos se ajustan a esta descripción. En particular, existe un concepto de este tipo: el "síndrome gastrológico", que se caracteriza por la aparición de dolor en la parte superior del abdomen, que puede malinterpretarse como manifestaciones de gastritis u otras enfermedades del tracto gastrointestinal.

Solo los métodos de diagnóstico modernos permiten un diagnóstico preciso, sobre la base del cual el neurólogo prescribe la terapia adecuada. Todo comienza con una discusión detallada con el paciente, aclaración de las quejas existentes y enfermedades acompañantes.

Después de tomar la anamnesis, el médico va directamente al examen él mismo con pruebas especiales. Luego, el paciente debe someterse a las pruebas de laboratorio necesarias, así como a exámenes de rayos X y resonancia magnética. La resonancia magnética le permite examinar el estado de la columna con más detalle, identificar patologías existentes, así como el tamaño y la ubicación de la hernia (si corresponde).

¿Cómo funciona el proceso de tratamiento?

Saber qué hacer con la osteocondrosis de la región del pecho es extremadamente importante. Después de confirmar el diagnóstico, el médico prescribe un régimen de terapia individual para el paciente. Es necesario tener en cuenta la edad y la presencia de enfermedades concomitantes, así como las alergias a ciertos medicamentos.

En la primera fase, el tratamiento se realiza con diversos fármacos: antiinflamatorios no esteroideos, analgésicos y antiespasmódicos.

El objetivo principal en esta etapa es aliviar la condición del paciente, reducir el síndrome de dolor y los espasmos musculares. En casos particularmente graves, cuando se requiere un alivio inmediato del dolor agudo, se utilizan bloqueos analgésicos.

También se pueden utilizar agentes tópicos en forma de ungüentos y geles, pero su eficacia es algo menor debido a la dificultad de administrar agentes a las lesiones.

En general, el tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica es un enfoque integrado que combina el uso de varios métodos al mismo tiempo. Solo una terapia de este tipo no puede conducir a un resultado positivo único, sino a una mejora del cuadro clínico con el tiempo.

terapia física

La fisioterapia se realiza después del alivio del dolor. Es extremadamente importante realizar todos los movimientos lentamente y evitar movimientos bruscos para evitar que la afección empeore.

Solo recuerde detenerse inmediatamente y consultar a un médico si el ejercicio le causa dolor.

Procedimiento de masaje

Masaje para eliminar la hipertensión muscular y el dolor asociado a la osteocondrosis en el pecho.

Calambres musculares, hipertensión, dolor: así es como se manifiesta la osteocondrosis de la columna torácica. El masaje, que debe ser realizado por un profesional calificado, se puede utilizar para eliminar estos síntomas. Estos procedimientos pueden usarse no solo con fines terapéuticos sino también como una buena medida preventiva.

profilaxis

Las consecuencias de la osteocondrosis de la columna torácica no serán tan graves si sigue estrictamente ciertas recomendaciones médicas. Si un especialista le ha recetado reposo en cama, en ningún caso debe ignorarlo, de lo contrario su condición puede empeorar. Una persona debe limitarse a la actividad física, por lo que debe negarse a ir al gimnasio y trabajar con pesas.

Una parte importante de la prevención primaria es la identificación oportuna de las personas durante los exámenes médicos que muestran los primeros signos de osteocondrosis de la columna torácica. Otro punto no menos importante es la nutrición adecuada, lo que significa que se evitan ciertos alimentos. Es necesario limitar el uso de sal, por lo que es necesario eliminar de la dieta la carne ahumada, diversas especias picantes y pepinos.

Es muy importante utilizar fármacos con efecto condroprotector, que ralentizan la progresión de la osteocondrosis de la columna torácica, nutren y mejoran los procesos metabólicos en el tejido cartilaginoso.

diploma

La osteocondrosis torácica de la columna puede tratarse. Para que esto sea posible, debe seguir estrictamente las recomendaciones del médico tratante y cumplir con el régimen de terapia establecido. La osteocondrosis torácica inicial se trata mejor, por lo que es extremadamente importante estar atento a su cuerpo y responder a los más mínimos síntomas de la enfermedad.

Para evitar una posible recaída, debe seguir medidas preventivas y controlar su postura, lo cual es especialmente importante cuando es sedentario. Consulte solo a médicos calificados, porque solo ellos pueden prescribir un régimen de tratamiento competente y una mayor recuperación.